Al preguntar a los asistentes de un curso de cocina y por extensión a cualquier persona de nuestro tiempo por su memoria del paladar o por sus primigenios recuerdos gastronómicos, sus primeras experiencias gourmet o placeres del yantar resulta que la diversidad gastronómica se reduce a un monotema de extraña explicación. Y no es que no afloren diferentes platillos, preparaciones y recetas, que sí, sino que una extraña coincidencia nos lleva con frecuencia a “la abuela”. ¡Qué suerte tienen todos aquellos cuya abuela dio de comer bien!
De entre los gustos más recordados aparecen los “huevos tontos”, la sopa, caldo o cocido, la tortilla de patatas, el pan con chocolate, las migas, el pan con aceite y sus variantes, “la pringá”, los canelones, chilindrones, pero sobretodo las croquetas, las croquetas de la abuela. Todo viene siendo de la abuela y en ocasiones de la madre, pocas veces del padre y mucho menos del abuelo. Nuestros abuelos cocinaban bien poco, la mayoría claro, que siempre hubo cocinillas.
Como Xavier Valls bien dice, y puesto que ahora está de moda, quizás sería conveniente iniciar los trámites oportunos para pedir su reconocimiento mundial como patrimonio inmaterial de la humanidad. Así, las croquetas de la abuela y demás elementos pertenecientes a la susodicha memoria del paladar entraría a formar parte de ese selecto club de inmateriales. No es broma, seguro que ya hay un grupo en facebook que lo reivindica.
La humilde croqueta, símbolo inequívoco del buen reciclaje, está más presente que nunca. Llegó para quedarse en la pequeña pantalla de la mano de Doña Croqueta (Simón Cabido) al inicio de los 80, con el programa 300millones. ¿Recuerdan? Rebuscando encontraremos tiendas de comida para llevar con su nombre, restaurantes y mil chorradicas más. Doña Croqueta está de moda, tiene blog y por supuesto un perfil en Facebook.
Ya lo decía mi abuela: que para hacer una buena croqueta lo más importante es la cebollita, ese sofrito de cebolla bien tostadito, sin quemarse pero rozando el agarrao. Sin esa cebolla no hay croquetas buenas. Como también decía: cuánto más cuesta dar forma a las croquetas (más floja está la masa) mejor saldrán las croquetas.
Una receta de tantas:
Croquetas de ceps para los amigos
Ingredientes para la masa:
150 gramos de cebolla picada
250 gramos de ceps (boletus edulis)
250 gramos de ceps (boletus edulis)
100 gramos de mantequilla
100 gramos de harina
1 litro de caldo de ave
Sal y pimienta
Para el rebozado:
Harina
Huevo (con sal)
Huevo (con sal)
Copos de puré de patatas
Derretir la mantequilla en una cacerola y sofreir lentamente la cebolla hasta que esté ricamente tostada. Condimentar. Añadir la harina y cocer unos minutos a fuego lento y removiendo (cocer bien la harina que luego se agradece). Añadir los ceps cortados en trocitos pequeños, dar unas vueltas y verter el caldo de ave caliente. Remover con ganas y ya tenemos la masa lista. Dejar enfriar.
Dar forma a las croquetas. Rebozar pasándolas primero por harina, después por el huevo y finalmente por los copos de patata.
Que les vaya de gusto señores míos. Y si apetece me dejan su recuerdo en el cajón de los comentarios.
Prometo hacer croquetas un dia... Cada vez que leo un post de croquetas, me hago la promesa... Pero hasta el momento, está pendiente... :).
ResponderEliminarRicard, aquestes són boníssimes -les vem tastar a la trobada gastrobloc@ire-.
ResponderEliminarXesco, cuantas joyitas salen con estas cantidades? Ya se que en realidad, lo que tengo que hacer es multiplicar todo por tres o cuatro y congelar. Pero vamos, la curiosidad y el tema de andar preguntando que lo intento dejar pero no se me quita...
Vamos a triunfar con las joyitas, I promise.
Starbase: respuesta al acertijo:
ResponderEliminarSuma de ingredientes: tanto de harina, tanto de ceps, tanto de caldo + todo, dividido el por el peso de la croqueta es igual al número de croquetas.
Pues no voy a saber yo cuántas salen, no? Si el tamaño de la croqueta no lo he dicho, triunfito.
En casa le llamamos croquetas XXL, a veces puede salir solo una :-)
Yo es que a mi abuela materna no la llegué a conocer, y la paterna estaba todo el día detrás del mostrador de la confitería. Y mi pobre madre, que en gloria esté, no unía a sus muchos valores la capacidad de hacer buenas croquetas (eran tirando a pechés). Conque mis primeras buenas croquetas vinieros de la mano de mi suegra, ahora ex suegra. Y ahora disfruto de las de mi nueva suegra, que espero dure muchos ños (la suegra, no la croqueta).
ResponderEliminarDe todos modos, leyendo lo anterior me entra una duda: si uno hace una croqueta del tamaño del mundo, cambiará la gravedad o pasaremos a ser croquetícolas ?. Dejo este interesante pensamiento aquí para que lo resulva nuesto físico de cabecera.
por cierto, que espero que la RAE pase a admitir cocreta del mismo modo que admitió almóndiga.
Pues de las abuelas hablemos:
ResponderEliminarDe la paterna, Paz, y de sus raíces 'granaínas', las morcillas de cebolla, las migas, el conejo con tomate y el caldo 'con calcetines' (galets) que preparaba para la reunión familiar del 1 de enero.
De la materna, Pilar, los canelones de Navidad, las habas a su estilo y todos los olores culinarios. Digo olores porque durante una larga época de estudios, fue ella la que nos cocinaba a mi abuelo y a mi cada mediodía porque mis padres estaban trabajando. Cuando entraba a su casa jugaba a adivinar lo que había cocinado ese día antes de llegar a la cocina. Acertara o fallara, siempre comíamos de lo más rico y sabroso. Y, sin saberlo, se me fue afinando la pituitaria...
Vaaaaaaaaa Xesco que no me creo que en el restaurante no sepas aprox. cuantas koketas te salen cuando las preparasssssssssss.
ResponderEliminarPero vaya, que la idea la pillo: que haga todas las que pueda al tamaño que me convenga y que no ande por lo sembrao XD.
Así será!!
:-)
Anuncio con sumo placer que hoy he recurrido a su página de ustedes para consultar una receta, lo que sólo había conseguido hasta ahora el clús de la termomís y gastronomía y cía. Se trata de su celebérrima receta de patatas suflés. Que no me hayan salido es sin duda culpa de mi mala vida y mi proverbial torpeza. Pero ustedes no se preocupen: la proxima vez procuraré no usar plátanos :-) (es que no me quedaban patatas y me dió pereza salir)
ResponderEliminarQue guay , m'he sentit al·ludida al veure la recepta. Com que tinc ceps guardats, ho faré i ja et diré en el pròxim curs com anat
ResponderEliminarGuay es el teu comentari Sílvia. Benvinguda al nostre bloc, esperem els teus comentaris en endavant.
ResponderEliminarEt recomano fer servir els ceps congelats, donen molt bon resultat.
Fins aviat
Guárdeme este comentario ahí en el cajón, ande...
ResponderEliminarhttp://www.decuina.net/2010/12/dentrants-nadal-2010-3-croqueta-de-ceps.html
el meu record d'aquestes croquetes és excel·lent, ja t'ho vaig dir i ho poso aquí perquè en quedi constància.
ResponderEliminarcom l'òscar (a qui vaig proveïr dels ceps, i me'n vaig comprar la mateixa quantitat jejeje), també en faré en un dels àpats d'aquestes fesetes.
festes que suposo que passareu treballant, però que, malgrat tot, espero que no estiguin mancades de bons moments i de felicitat.