De las listas y sugerencias que me he ido encontrando en blogs, portales, redes sociales y redes marujiles, me doy cuenta que, para variar, "ni son todos los que están, ni están todos los que son". Loable es la acción de editoriales y prescriptores en estas fechas, ojalá durante el resto del año las ofertas, sugerencias, novedades, reediciones, facsímiles, recetarios y egobiblias tuvieran la misma repercusión o, como mínimo, regularidad.
Menos mal que durante los once meses que quedan por delante hasta la próxima campaña, tenemos al incansable Sebastián Damunt, que cada mes nos presenta títulos en su titánica e inestimable tarea de verdadero bibliófilo de herencia paterna. Que alimenta nuestra necesidad de descubrir, de ser sorprendidos, de quedar boquiabiertos, de refrescar nuestras acomodadas, saturadas y gastronómicas neuronas. Para poder nosotros, pequeños mequetrefes, acabar añadiendo algunos títulos en nuestra lista de los deseos. Porque otros títulos son verdaderos tesoros a los que rendir pleitesía y a los que proteger durante siglos.
Justamente anoche hacía yo un sprint para devorar las últimas ciento y pico páginas siguiendo los pasos del comisario Brunetti por las calles de Venecia en el entretenido Muerte en La Fenice de Donna Leon, de la que Sebastián nos presentó un recopilatorio de recetas con las que Brunetti disfruta en el transcurso de sus aventuras. No es nueva esta estrategia comercial de recopilar las recetas de los protagonistas de novela. Ya se hizo, por nombrar alguno, con el detective gourmet Pepe Carvalho; con el jefe de la Guardia Municipal de Tomelloso, Manuel González, alias Plinio; y hasta con los protagonistas de El Puente de los Judíos, libro prologado además por Joan Roca.
Me estremece el alma cuando regalar un libro se convierte en un recurso a no saber qué regalar; en un amasijo de letras con excelente marketing que acaba de atrapa polvo junto a otros títulos indigestos acumulados durante años para llenar una librería de portada de revista y pagada a plazos; en una compra en el minuto de descuento para un amigo invisible que nos tocó en el puñetero sorteo de la jodida fiesta navideña de la empresa.
Regalados con alma y cariño llegan a casa estos tres títulos que descansarán junto a la almohada o viajarán conmigo para ser devorados con fruición.
Quedan para los reyes MaJos tres deberes, uno para cada uno: las letras comestibles de la incisiva Inés Butrón, la maravilla de este Caballero-Larousse andante y el cómic japonés para devorar en solitario.
¿Qué libros os han regalado a vosotros?
¿Qué libros habéis regalado?
Observo con fruición que era una judía broma y la recortá vuelve a su cartuchera, y la sonrisa a mi rostro.
ResponderEliminarBuenas propuestas en formato arbol muerto, molan.
La elegancia social del regalo la dejo para cuando haya con qué alimentarla. Mientras tanto seguiré leyendo por ósmosis, vía e-reader.
ResponderEliminarÓscar, de estos no te fíes ni un pelo.
Nadie debería olvidar que Alejandro Dumas ataca de nuevo, en una reedición en castellano de la Ed. Gadir, con ollas, pucheros y sin espadachines...
ResponderEliminarFeliz 2012 lleno de libros de cocina y gastronomía!
Amigo Pantxeta:
ResponderEliminarCuando he pasado a repasar Gastromimix -me encanta el estilo desenfadado de vuestras historias- he visto que mencionas mi afición a presentar libros de cocina, tarea que me entretiene y gracias a ello voy descubriendo los libros que tengo en mi listado. Y al repasar blogs, como el tuyo por ejemplo, veo títulos y me animo a comprarlos.
Por ejemplo, de los tres que señalas, el de Inés Butrón, lo tengo en la mesa y lo voy repasando. Como no tiene fotos, tengo que hacerme bien con el tema para presentarlo y me resulta más entretenido.
De Oscar Caballero, soy fan de sus escritos. Me encantó La dietAtlántica .
Pero ojo, el tercero, El Gourmet solitario, de este no tenía idea. O sea, que gracias a tí, ya lo tengo localizado para incluirlo en el próximo pedido de libros.
Un saludo, siempre agradecido,
Sebastián Damunt
Amigo Sebastián,
ResponderEliminarTu blog debería ser de cabecera para todo aquel amante de la gastronomía escrita. Ya lo hemos hablado en alguna ocasión... Los libros de antes ya no huelen como los de ahora, ni por sus contenidos ni por sus materiales y tintas; salvando, por supuesto un montón de excepciones de estas últimas 30 décadas ;-)
Ese libro de Oscar Caballero es al que me refería, como ya había puesto un enlace a tu blog, preferí compartir el enlace a la "pedazo" de entrevista de P.Regol al autor.
Y de libro de cómic, como tu seguro que ya sabes, en España ya se editaron y se acaban de estrenar unos cuantos libros de gastronomía en ese formato. Esta vez no barro para casa y me quedo con el autor nipón.
Un abrazo.
Hola Pantxeta. Yo me he regalado ayer el de Inés Butrón "Comer en España" y me gusta por su enfoque sociológico, la claridad y datos con los que apunta el mucho hambre y mal comer de los españolitos/as no hace tanto. Es un ensayo ágil, que no pretende cansar al lector y que en pocas páginas nos da una idea de el "de dónde venimos" y a "dónde vamos. Yo no he podido olvidar el excelente estudio: "Así sobrevivimos al hambre: estrategias de supervivencia de las mujeres en la postguerra española" Autoras: E. Barranquero Texeira y L. Prieto Borrego. Diputación Provincial de Málaga. Centro de Ediciones de la Diputación de Málaga. 2003. Merece la pena recordar que no hace tanto de esos terribles años. El librito es difícil de encontrar, pero seguro que te gusta. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Gastropitecus,
ResponderEliminarLas ventas del libro "Comer en España" van a subir como la espuma! entre el autobombo de Inés(buenérrimo post) y nosotros... jajaja.
El libro que propones ya lo he localizado y caerá en febrero. Gracias por la recomendación!
Un abrazo, feliz 2mil12, y que patata y huevos fritos dejen de ser especies en extinción!!!