Querido
amigo escabechado,
Me
apeno gozosamente cuando leo que "nuestros"
esmorzars de forquilla se han convertido en una dominical procesión a sus
fogones cada fin de mes. Pena que sólo es feliz añoranza de compartir mantel
con todos esos discípulos de afilado colmillo. Por conversar sottovoce y carcajearnos
al alimón con usted y don Oscar. Por echarme al coleto el syrah de la familia.
Y por apurar un yintónis tras esos pantagruélicos
desayunos antes de que Lorenzo alcance su cenit.
Por
contra, su último banquete temático sobre los escabeches me ha llevado a las
atiborradas estanterías de la biblioteca para presentar en nuestro gastroescaparate un nuevo y sorprendente
libro. Ejemplar que de nuevo llegó de estraperlo gracias al contrabando
cultural de mi querida suegra. Pensará
usted, si le escribo el siguiente título: anchoveta para todos, que se tratara
de un festival veraniego y mediterráneo. Pues nada más alejado de la realidad.
"Anchoveta
para todos" está producido por Edelnor Perú (Endesa) en colaboración con el
Centro para la Sostenibilidad Ambiental de la Universidad Peruana Cayetano Heredia. Esta primera edición data de agosto del 2009 y se realizó una tirada
de 10.000 ejemplares. Supervisa los contenidos Patricia Majluf y recopila 36
recetas de 27 chefs peruanos.
No
escapará a la perspicacia de usted que Perú está de moda en estos tiempos. Sea
por aquella famosa cumbre y “declaración”, sea por el arduo trabajo del emperador
Acurio e instituciones, sea por las nuevas tendencias gastronómicas de los gastropopes en la Ciudad Condal, sea por
los maravillosos libros recientemente publicados.
Este pequeño y humilde libro sobre la anchoveta peruana, es ejemplo del verdadero trabajo y beneficio social que debería viajar en
paralelo a las tendencias del comer y a los templos culinarios de alta
alcurnia.
“Hace
sólo tres años casi nadie comía anchovetas en el Perú. Preguntamos porqué y
básicamente era porque no se podían comprar en casi ninguna parte y, por lo
tanto, nadie las había probado hasta entonces. Con 35% de desnutrición infantil
en el Perú, ¿cómo se justificaba el que se usara más del 99% de los seis
millones de toneladas de anchovetas que se capturaban en el Perú sólo para
hacer harina y aceite de pescado para exportarlas para alimentar animales? La
respuesta era siempre, porque nadie las come.
Hoy,
tan sólo tres años más tarde, de casi cero ha aumentado el uso de anchovetas
para consumo humano a 165.000 toneladas, ya se pueden comprar en casi todas
partes del Perú. […] Lo mismo que con la cocina peruana. Una vez que la gente
la conoce y se da cuenta de lo buena que es, la empiezan a comer y no paran. La
anchoveta es deliciosa, nutritiva y además, ¡barata!”
Esta
anchoveta peruana es la Engraulis Ringens “especie marina costera que vive a
unos 80 kilómetros de la orilla, aunque ocasionalmente se la puede encontrar
hasta a 160 kilómetros. Forma grandes cardúmenes de millones de peces. Durante
la noche, se mantienen cerca de la superficie, mientras que de día descienden
hasta los 50 metros de profundidad. Cuando se produce el fenómeno de El Niño,
las anchovetas se mantienen en aguas muy profundas, fuera del alcance de redes
y depredadores.
Estos
peces se alimentan principalmente de fitoplancton y ocasionalmente de
zooplancton. Su dieta afecta su condición física, es decir, cuando escasea el
alimento, como durante el fenómeno de El Niño, la carne de las anchovetas tiene
menor contenido en grasa. Se
reproducen a lo largo de todo el año, principalmente a finales de invierno e
inicios de la primavera, entre julio y septiembre, así como en febrero y marzo.
La anchoveta alcanza su madurez aproximadamente cuando tiene un año, momento en
el que mide diez centímetros de largo.”
Como
curiosidad final le diré que, amén de los humanos, comparten humilde paladar por
las anchovetas peruanas la sardina, el jurel, la caballa, el bonito, la
merluza, la corvina, las aves guaneras (el guanay, el piquero y el pelícano),
el pingüino de Humboldt, el lobo marino, el delfín y la ballena. Ahí es nada. Ya
ve usted que casualidades, amigo Xesco, un magnífico pescado peruano con
cariñoso nombre catalán. Y ya, para que aprenda usted un poquito más sobre sus
amados escabeches, le transcribo la receta de Gastón Acurio, que aplica esta
fabulosa técnica para la susodicha anchoveta.
“Causa
de papa con escabeche de anchoveta”
Ingredientes
para 6 raciones: 2 kg de papa amarilla o papa tomasa, ½ taza de ají amarillo
molido, el jugo de 2 limones, ¼ taza más ½ litro de aceite vegetal, 1 c.s. de
ajo molido, 2 c.s. de ají panca molido, ½ kg de cebolla a la pluma gruesa, 2
ajíes amarillos sin venas ni pepas en tiras gruesas, 2 hojas de laurel, 1 c.c.
de orégano seco, ¼ taza de vinagre blanco, ½ taza de caldo de pollo, 1 kg de
anchoveta limpia, 1 taza de harina, 6 hojas de lechuga criolla, 1 palta, 2
huevos sancochados y en rodajas, 6 aceitunas negras, sal, pimienta y comino.
“Para
la causa, sancoche las papas en abundante agua con sal. Escúrralas, pélelas,
páselas por un prensador y deje enfriar. Mezcle en un recipiente la papa
prensada con el ají amarillo molido, el jugo de limón y un cuarto de taza de
aceite vegetal. Amase todos los ingredientes, sazone con sal y reserve en un
ambiente fresco.
Para
el escabeche, caliente tres cucharadas de aceite en una sartén y dore el ajo
con el ají panca, a fuego bajo, durante un minuto. Incorpore la cebolla y el
ají amarillo en tiras. Mezcle bien y añada las hojas de laurel y el orégano.
Sazone con sal, pimienta y una pizca de comino. Vierta el vinagre y el caldo.
Deje hervir sin tapar, a fuego bajo, durante 10 minutos. Retire del fuego y
reserve.
Sazone
las anchovetas con sal y pimienta. Páselas por harina y fríalas en el aceite
restante hasta que queden doradas y crocantes. Acomode en una fuente las
anchovetas fritas, vierta encima el escabeche y deje reposar durante 30
minutos.
Sirva
una porción de causa sobre una hoja de lechuga. Ponga encima láminas de palta,
una porción de escabeche, rodajas de huevo y las aceitunas.”
A
un servidor, le agradaría más ahogar las anchovetas en el escabeche e ir
merendándolas pasados un par de días junto a buen pan, buen tinto y mejor
compañía.
No
puedo acabar estas líneas sin citar a los chefs peruanos que han colaborado en
este libro. Porque no sólo de Gastón come el hombre.
A
saber:
Alfredo Aramburú, Enrique Blondet, Eduardo
Castañón, Wilfredo Castillo, Sebastián Cavenecia, Blanca Chávez, José del
Castillo, Gabriel Fadel, Hervé Galidie, Sonia Guardia, Toshiro Konishi, Luis
Cucho de la Rosa, Doris León, Victoriano López, Marilú Madueño, Fernando
Pacheco, Paola Palacios, Sulma Peñaherrera, Adolfo Perret, Lula Prai, Luis Alberto
Sacilotto, Pedro Solari, Humberto Sato, Héctor Solís, Sergio Takeda, Jann Van
Oordt y Gastón Acurio.
Amigo Pantxeta: a mí estas recetas me ponen cachondo.
ResponderEliminar¿Cuándo dice aceite vegetal, de qué habla el amigo Acurio? de palmito, uva, argán o soja? es que también cocina con aceite de ricino?
¿Sólo seis aceitunas para seis porciones? Por Dios, cuánta generosidad, no?
Y el vinagre blanco... ¿será de vino? o pura remolacha?
Mi muy ácido amigo Xesco,
ResponderEliminarSus comentarios me hacen viajar a aquellos lejanos años de escuela, donde usted intentó enseñar a unos cuantos descerebrados como nosotros, a cuestionarnos la redacción de recetarios. Al fin y al cabo, amén de estandarizaciones internacionales, la taza de un servidor no será la misma taza del señor Acurio y, mucho menos, la taza de usted.
Sobre el aceite vegetal, sospecho que será de girasol o de canola.
Sobre las aceitunas, je! será que ya ha llegado por estos parajes esa tendencia a reducir raciones ;-) Lea usted, si tiene un rato, el enlace de nuestro querido Massitet-Olleta de verdures a la página de The Guardian.
Sobre el vinagre... caso aparte. Me acaban de regalar un atún entero , más bien bonito, traído directamente de Santa Marta. Le aplicaré un generoso escabeche en honor a la calva figura de usted, y no me queda más remedio que tirar de un vinagre francés de importación procesado, según reza la etiqueta, con chalotas. Le remitiré unas foticos para que le pase la lengua al aifon.
Un abrazo escabechado y canalla.