Desde hace muchos años la Asociación de Cocineros Eurotoques celebra una vez al año el Día del gusto. Durante ese día los cocineros se acercan a las escuelas de su municipio y comparten un rato con alumnos. Se trata de unas jornadas en las que el cocinero, de uniforme armado, se acerca a los más jóvenes llevándoles a su terreno unas pequeñas lecciones de alimentación, en concreto sobre el producto y el gusto. Este año, con la colaboración de miembros del colectivo Cuina Vallès hemos estado en Castellbisbal.
Benviure, enero 2014
Durante tres días nos vemos con más de 300 alumnos de infantil y primaria,
por clases, poco a poco, les robamos poco más de treinta minutos a cada grupo.
A unos más y a otros menos. Al entrar les repartíamos unos gorros de chef y con
ellos unas risas. En la mesa estaba todo dispuesto: plato, vaso, cuchara y
azucarillo. Debían vaciar el contenido del sobre en el vaso, después nosotros
iríamos vertiendo en cada vaso una ración de aceite de oliva extra virgen.
Ellos debían realizar bien la mezcla, nosotros añadiríamos el cacao. Ellos
mezclan con curiosidad. Lo prueban sobre una tostada de pan. Aceite + azúcar +
cacao + pan, una sencilla y divertida nocilla casera.
No fueron pocos los que acabaron merendando en sus casas algo parecido.
No fueron pocos los que acabaron merendando en sus casas algo parecido.
Los más pequeños necesitaron ayuda para abrir el sobre y alguno de los más
mayores también se mostró algo torpe con las manualidades. Hubo quien perforaba
el vaso mientras intentaba remover y los menos volcaron directamente el vaso.
El primer día no pensamos en el pan y los chavales probaron la crema de cacao a
cucharadas. Para los de primaria ya fuimos mejor preparados. Las expresiones de
sorpresa, de curiosidad y de asco llegan al mezclar el cacao. ¡Chocolate!
Gritan algunos, y sonríen. A otros no les resulta agradable ni la textura, ni
el olor ni su sabor. Las descripciones que estos niños realizan sobre lo que no
les gusta definen perfectamente las cualidades de los propios alimentos. La
textura cremosa puede provocar grandes gestos de incomodidad y asquito. Los
grumos de azúcar o de cacao ni te cuento.
Todos, o casi todos, probaron un trocito de limón. Los más pequeños mordisquearon
un pequeño trocito de limón sin piel ni pepitas, los mayores pusieron entre sus
dientes un gajo extrayendo así todo su jugo. Ácido. Para algunos era algo
nuevo, otros repasaron los sabores.
Después una almendra garrapiñada, una tostada salada y una rociada con
esencia de almendra amarga. Dulce, salado y amargo. Las abuelas de muchos de
los participantes pueden sentirse contentas de hacer en casa garrapiñadas, o de
tenerlas, porque sus nietos las mencionan y las recuerdan asociadas con la “casa
de la abuela”. Las almendras saladas fueron las que más aplausos recibieron, al
punto que nunca bastó con una sola almendra, siempre querían repetir. ¿Y las
amargas? Cuál sería mi sorpresa al ver cómo respondían ante ese amargo. ¡Piruletas!
Fascinados viendo cómo era posible que esa esencia amarga descubierta en la almendra
era igual que el sabor de sus piruletas de fresa, o igual que el Kojak.
Hablamos de las mezclas, de los frutos secos, del aceite. Reímos con las
expresiones e intentamos explicar los diferentes sabores. Una semana compartida
con los más pequeños del Benviure y sus profesores, sin los cuales no habríamos
podido disfrutar tanto.
He tardado muchos años en participar del día del gusto pero ahora no
quisiera dejar de hacerlo. Es una experiencia maravillosamente enriquecedora.
Esto fue posible gracias a la colaboración de Euro-Toques, la Diputación de
Jaén y a la dirección de CEIP Benviure (Castellbisbal). Gracias a todos.
Una entrada que emociona, la d'avui. Quin potencial que tenim quan som petits! Aleshores... què ens passa, quan som grans...? En tot cas, benvingut taller!
ResponderEliminarI tant! uns dies molt xulos!
EliminarBravo amic meu!
ResponderEliminarcocinar para niños sí que es de valientes!!!
Todos los colegios deberían organizar actividades relacionadas con la alimentación!
Saludotes.
No se si es de valientes o no. Lo que tengo claro es que los niños cuando algo no les gusta, no se andan con rodeos, son muy claritos, y en esta ocasión creo que se lo pasaron en grande.
EliminarLo he dicho muchas veces y reitero: la alimentación debería formar parte del programa educativo de todas las escuelas.
Saludotes