Del Mediterráneo, donde ha comido crustáceos y peces más chicos. Del
verano, de la costa, graso, voraz y exquisito. Hoy a la brasa, esta noche frito
y mañana en escabeche.
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Aquí y ahora les explico un escabeche una vez más.
Frotado con sal, con tiento y sin prisa. Reposo que el animal precisa, sal
que actúa lentamente. Harina para rebozar a la bestia. Sartén de hierro para
freírla, crujiente, frita a conciencia, despacio. Aquí no vale aquello de
dejarlo jugoso por dentro, anda ya! Papel absorbente, descansa y coloca en una
cazuela de barro todos bien junticos y apretados.
Cazuela de hierro colado, cuatro buenos dedos de aceite de oliva frito,
usado que le dicen los vecinos y un puñado de ajos a dorar. En coger color le
pones una cebolla a lascas y una zanahoria de igual modo, dale color con brío.
Perfuma de granos de pimienta, laurel, tomillo y canela. Y rojo pimentón que te
parió, rápido, que se quema! Vinagre de la bota, a ojo, como un tercio del total.
Cuece el mejunje dos minutos y viértelo sobre el pescado. Déjalo madurar.
La berenjena blanca tiene una hermosa piel, cuerpo esbelto, largado y
puntiagudo. Un cuerpo firme que se rinde al freír y vira en pura terneza
jugosa. Nada mejor para soportar los jugos del escabeche.
Una combinatoria bien resuelta. Ganadora por goleada en el último almuerzo
en Ca l’Esteve. El clamor popular la ha traído hasta aquí
A más ver y más comer querido amigo.
No m'estranya que guanyés... aquesta albergínia sembla melmelada! I amb el surell, genial combinació. No cal ni posar-hi dents, per menjar-s'ho... he he he.
ResponderEliminarPor esto y por otras cosas más que usted ya sabe, es que echo tanto de menos los esmorzars de forquilla dominicales... Se les admira y se les envidia!!!
ResponderEliminarEn Bogotá Colombia donde puedo conseguir la berenjena blanca
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