Pero esta vez no hay dos caras, no no las hay, que quede claro. Sigo pensando que un restaurante gastronómico de alta cocina y alcurnia no es compatible con la desproporcionada producción de un huerto y los caprichos de la impredecible naturaleza.
Lo que sí es posible y lo demuestran numerosos buenos cocineros muy cercanos al huerto es dar de comer de manera excelente a partir de lo que el huerto te proporciona. Los ecochefs de rigor, de los que nadie da buena cuenta. Esos críticos de los que hablo a veces podrían hacer una guía de restaurantes con huerto pero no un huerto urbano sino uno de verdad.
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Los tomates esperando en la cámara |
De la cámara al obrador |
Tras la manual recolección más o menos escalonada de hortalizas llega el momento de su almacenamiento. Un breve tiempo hasta su ideal procesamiento para ser conservado. Las más de las veces se hace conserva de todo cuanto el huerto ofrece, como en toda buena casa, como hacían nuestras abuelas y sus abuelas. Para pasar lo mejor posible el invierno y llegar al próximo verano, a la próxima cosecha para volver a empezar. Confituras, jaleas, mermeladas, encurtidos y sofritos se unen a las conservas “al natural”. Los congelados conviven con los envasados al vacío en estas épocas de modernidad. Y los clientes ayudan, cada día comen del huerto y lo agradecen, comen sano y fresco. Los más afortunados compran algo y se lo llevan a sus casas donde también harán conservas o lo disfrutan para cenar.
Tomates pasados por agua |
Son días de samfaina gracias a los tomates, berenjenas y pimientos del momento. Semanas de sofregit, con cebolla, pimientos y tomates. Confituras de tomate, berenjena y pimiento. Cerezas, moras, higos, melocotones, uvas, melones y sandías. Bayas de saúco, judías verdes, calabacines, ensaladas y pepinos.
Cortando tomates |
Pero sobretodo tomates, tomates y tomates. La hortaliza más importante del mundo. Conserva de tomate casera, puré de tomate, tomate frito o al natural y tomates secos. Ingrediente de salsas y guisotes, sopas y gazpachos, ensaladas y confituras.
Tomates a la tolva |
Lo cierto es que se ponen de moda, reaparecen variedades del tío Luis, los Kumato, Raf, el de Montserrat , el feo de Tudela, Muchamiel, Cor de bou, Pera de Girona, Canario y no se cuantas más. Este año no iba a ser como el pasado, daríamos un salto cualitativo, un paso hacía la industrialización. La mejor compra del año. Esta nueva compañera de trabajo nos ha ahorrado unas pocas horas de faena.
Como es sábado y me he levantado con la cara (pun intended) amable y con su mirada positiva, te diré que tampoco se puede reprochar que un gran chef superestrellado quiera gozar en su restaurante de un producto como estos tomates que nos muestras.
ResponderEliminarQuicir, que humanamente lo entiendo. Yo también querría y ni siquiera soy profesional. Ya he entendido que el sacrificio que impone llevar un huerto es incompatible con un restaurante de alta cocina. Sin embargo, probablemente el truco mental sea delegar esa función en alguien y tu limitarte a usar el resultado con la satisfacción de decir 'esto es mio'. Sinceramente, tampoco lo veo mal siempre que se haga desde el respeto y sin engañar a nadie.
Esto que has hecho de enseñar todo el proceso de manipulación y trabajo con la materia primera es una gran idea!! Los bloggers como yo mismo seguro que te lo agradecen muchísimo porque es lo que más curiosidad nos causa: ver como funciona por dentro un templo de estos de cocinar :)
Una abraçada.
No reprocho la intención de tener un huerto. Cuando estuve trabajando para Subijana teníamos huerto, lo mismo que Berasategui y otros, pero es otro tipo de sumistro: algunos productos específicos y hierbitas.
ResponderEliminarLa producción de un huerto al uso es dificilmente asumible para un restaurante gastronómico pues sus necesidades hortícolas son mas bien pequeñas. Ya dije en su momento que usen al agricultor, como se sirven del bodeguero, panadero o pescatero. Ellos sabrán seleccionar las piezas adecuadas a las necesidades del restaurador mejor que nadie.
Gracias por la anotación, en adelante procuraremos enseñar otros procesos habibuales de las entrañas de la cocina.
Un abrazo Oscar
Oiga, don Xesco, el maquinillo ese que enseña es de lo más gore.... tal cual deshaciéndose de una gastroestrella sin dejar rasto.
ResponderEliminar(estoy hasta los occipucios de que don Starbase se me adelante.... qué pasa, no dormimos o qué?)
Starbase,
ResponderEliminarComo ya he "sugerido" en anteriores post o comentarios en ellos, los chavalillos de prácticas culinarias también las harán de horticultura y desdoblamiento del espinazo... Al tiempo...
Zapatero a tus zapatos... Los cocineros al fogón y los payeses al huerto! Los que se deberían desintegrar son cierto número de intermediarios....
eSedidió, está usted perdiendo facultades, jejeje, saludos a sus occipucios!
Xesco, esas fotos son para gritar como en aquel anuncio ochenteno: cuate aquí hay tomate!!!!
Tengo el insano placer de anunciarles urbi et orbe que ya está publicada la primera parte del Artificiales en la versión de la inmortal lengua de Cervantes, como siempre en la international version de Éche o que hai. En realidad, como veo que les sabe a poco, he decidido publicar del tirón los cinco primeros capítulos en una sola entrega. No creo que sean ni 15.000 palabras. Hala, a rañala.
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