jueves, marzo 22

Guardar como o coleccionar


Ser coleccionista es un entretenimiento maníaco. Colecciono cosas desde bien chiquito. No se cómo me habitué pero es evidente que este comportamiento, este instinto vulgar de egoísmo caló hondo. Pareciera en cada momento determinado que esos objetos, esas colecciones fueran lo más importante de la Historia del Universo. Algunas cosas es guardar como, no una colección. Guardar como no precisa clasificar, guardar como no tiene fin. Las colecciones están acotadas.

Lo que siempre quisiste saber


Empecé animado en el seno familiar con una colección de sellos que hacía mi padre para todos sus hijos, me animé con las latas de cerveza y otra de llaveros. Inacabables. A este mundo imaginario que me fascinaba le siguieron las monedas, los mecheros, las cajas de cerillas... ¿Qué fue de aquellas colecciones? . No todas han corrido igual suerte, unas desaparecieron y otras deben andar por algún rincón del granero de Tomás Langa.

Ahora guardo libros, libros y más libros. Libros aquí, libros allá, libros por todas partes. Los catalogo, los clasifico, los leo, los guardo, los comento... Colecciono libros de cocina de viejo. Atributos como estar escrito en castellano o en catalán, ser primeras ediciones, tener más de cien años, firmados, dedicados o con exlibris son importantes.

¿Cuál es la tuya?


Y guardar guardo algunas cosillas. Utensilios artesanos relacionados con la alimentación humana de cualquier lugar del mundo, cosas así como rodillos para amasar, cazos, cuencos, batidores... Entre todos ellos especialmente morteros. Las cucharas de postre y de café también tienen una atracción especial, las acumulo desde mi emancipación, lo que más me gusta es que sean todas diferentes. Los azucarillos también los guardo, los del café del bar, como no tomo pues eso, pa' casa, eso sí, en casa van cayendo, compro poco azúcar.

La morterada


Y ¿qué más? Ah si! Guardo Coca-cola, en el sentido más amplio de la palabra

El último recetario de Coca-Cola


¿Y tú? ¿Coleccionas o no coleccionas? Si es así ¿qué coleccionas? ¿qué guardas como?



“El coleccionismo como una conducta ligada a naturalezas maníacas y megalómanas, estrechamente relacionada con comportamientos premórbidos, como la usura o la avaricia”

“Tras la conducta del coleccionista privado se esconde la obsesión de objectualizar el legado del pasado y de convertirlo en un patrimonio valiosísimo de bienes, unos bienes que no poseen valor pecuniario alguno, y que sin embargo constituyen un incalculable tesoro.”

Jairo Luiz Corso, (Revista Rio Grande Filatélico, 2003)



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6 comentarios:

  1. La meva col·lecció principal és de.. conills!!! En tinc de ceràmica, fusta, metall... Quadres, figures. Ninos de peluix... Despres també guardo càmeres de fotografia... En tinc dues molt antigues, una de cada besavi. I, en una mesura més petita que la teva, també tinc una col·lecció de llibres de cuina; alguns comprats de vell (si el preu és assequible) i altres recuperats a casa les àvies.

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  2. Jo avui per avui no colecciono res, de més jove qualsevol cosa que tingués a veure amb Star Trek i de més jove encara uns soldadets de plastic dels que vaig arribar a tenir mil.lers. Ara que ho penso, d'aquests soldadets encara en guardo un centenar: els romans.
    Són la meva Guardia Pretoriana, que muere pero no se rinde.

    Feia temps que no hi pensava!!

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  3. Yo coleccionar colecciono pufos con hacienda.

    Tb coleccionaba libros, pero me he pasado al ibuk. Ah, si, y coleccionaba candiles de hojalata, pero ya no quedan hojalateros y no etán las cosas para comprarlos en anticuarios, conque la tengo estancada.

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    1. Ya se sabe, se empieza coleccionando multas de tráfico y se acaba de mangarín.

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  4. Pues guardar como, guardaba copas y jarras de cerveza. La historia es que debían ser hurtadas subrepticiamente del local en el que estuviéramos. Algún amigo y familiar se unió al movimiento y deliquieron allende los mares para traerle al mocoso su recipiente de cristal serigrafiado.

    Coleccionar. Libros y libros y libros de cocina, gastronomía o relacionados con ello... cada vez más antiguos y cada vez más raros. Solo he logrado archivar y catalogar la mitad, y esos alcanzan ya un número de 3 cifras que roza las 4.

    Salut!

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    1. ¡Anda! A mis cucharillas les pasa lo mismo, salen de los lugares más inesperados.

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