martes, octubre 12

El Gourmet, de Lu Wenfu

Hace unos días Yvonne nos explicaba, a su padre y a mi, que una de sus profesoras afirmaba que los americanos nos estaban “invadiendo”… que se habían metido en nuestra cultura con los McDonalds, la CocaCola y demás marcas y productos de consumo. Que nos habían comido el coco con su marketing y su publicidad. Yvonne, muy inteligentemente y contra todo pronóstico de respuesta adolescente, replica que es decisión de cada uno consumir o no dichos productos, entre otras cosas porque existen alternativas, y no solo yanquis, sino francesas, rusas, mexicanas, italianas, colombianas, inglesas, brasileñas, y sobre todo, chinas!

Además, la susodicha maestra les animaba a estudiar francés en lugar de inglés. Y digo yo, ¿acaso no se ha dado cuenta nuestra desubicada docente de que la verdadera “invasión” viene actualmente de China? ¿Cuántos restaurantes chinos hay en España?, ¿cuántos falsos restaurantes japoneses redecorados y regentados por chinos?, ¿cuántos bazares de “todo a cien”? (sí, me encanta seguir utilizando el concepto peseta para estos adictivos locales), ¿cuántos bares de barrio traspasados y servidos por chinos? Señorita, señorita, ¿no sería mejor entonces aprender chino mandarín, japonés, alemán o ruso? Partiendo de la base de que se debería exigir hablar y escribir correctamente el castellano, a parte del omnipresente e internacional inglés, of course!

Cuidado, que nadie se lleve a engaño y me tilden ahora de “CHenófobo” (ver El Intermedio de ayer 11-10-10), como dice el fascista alcalde de Vic. Adoro lo oriental, me pierden los “todo a cien” y suelo comer en falsos y verdaderos restaurantes chinos y japoneses, tengo amigos filipinos y un catalán en Shangai vendiendo vinos españoles desde hace más de una década. Es más, me homenajeo de tarde en tarde con una excelente cecina de León en un cutrebar de Sant Cugat donde Lyn, la simpática chinita de la barra, me pregunta si quiero “pa amb tomàquet” (estoy seguro que ella no se ha leído el libro de Leopoldo Pomés...) Olé tus huevos! A ver quien es el guapo que se larga a China, trabaja en una tasca de chinos y les ofrece tapas chinas con acento “espanishchinil” lo más aceptable posible…

Poco sabemos de los chinos y ese poco es reciente, sobre todo gracias a la XXIX Olimpiada de Pekín – Beijing 2008, algún best seller novelístico y algún que otro programa de televisión que nos acerca a los españoles que pululan por aquellos lares. Pero prefiero dejar los debates de idiomas e “invasiones” a un lado y presentar un delicioso libro titulado “Mei shi jia” 美食家 y escrito por Lu Wenfu 陆文夫.

En España fue editado en castellano por Seix Barral en mayo de 1994 con el título de El Gourmet. Ya en su portada nos avisa: “cuarenta años de la historia reciente de China en una novela que debería leerse con una servilleta alrededor del cuello”.

Transcribo de la contraportada: “El Gourmet es una breve e insólita obra maestra: una sátira social, un apólogo moral, un estudio psicológico y casi una alegoría, que resume cuarenta años de vida en China a través de las difíciles y ambivalentes relaciones que la gastronomía establece entre dos personajes antagónicos, pero acaso simétricamente complementarios, un reaccionario sibarita y un joven revolucionario, quien termina por comprender que la cultura gastronómica es una necesidad absoluta para el pueblo, y en tal descubrimiento halla finalmente su perdición, así como una posterior rehabilitación en la que irónicamente los conocimientos culinarios de su antiguo enemigo vuelven a ser decisivos”.

Quizás deberíamos dejar de quejarnos tanto de los “invasores”, vengan de donde vengan, dejar de escondernos en típicos tópicos, dejar de proyectar hacia los demás nuestros propios miedos y complejos de inferioridad, dejar de chupar tanto del bote y de la picaresca que nos caracteriza y dedicarnos a arrimar más el hombro con nuestro trabajo diario que resulte en productividad REAL. Menos lloros y lamentaciones, más tener criterio y aprender cada día independientemente de donde nos venga la información y la enseñanza. Que comemos lo que comemos porque existen y existieron gentes que defendieron recetas ancestrales y productos “km 0” pero también tuvieron las miras bien amplias para absorber y transformar nuevos productos y recetarios de países lejanos, muy lejanos en el espacio y en el tiempo.

Y empieza el libro: “Gourmet… ¡Qué bien suena esta palabra, como si fuera un bocado exquisito que se derrite en la lengua! Y, no obstante, designa algo muy profano: a alguien… que adora comer”.

4 comentarios:

  1. Bien, en efecto mi impresión es de que el partido del triunfo económico se juega también en el ámbito cultural y de forma de vida. Me gustaría conocer que % del dinero en la balanza comercial de los USA representa Walt Disney y McDonalds.

    Sin embargo, lo mismo hace España con la América hispánica o por lo menos se intenta. Si quieres mis productos, te los puedo vender.

    El mundo bipolar acabó y ahora el transtorno ha devenido más plural, así que son muchos mas los comerciales que nos venden formas de vida y cada uno con técnicas distintas. Queda desfasada la manía persecutoria contra el malvado amigo yanqui.

    Yo no tengo problemas con la mezcla y el intercambio, al revés. El problema lo tengo cuando me colocan mercancia defectuosa. Y sobre todo tengo problemas con un pais que vive del cuento, que no funciona, que se ha acostumbrado al lloro y la acusación -contra el malvado invasor o el sedicioso interno-.
    En definitiva, si vivimos en un pais que no funciona porque nuestra cultura es condescendiente con la picaresca y nuestra heroína (YES,pun intended) es una princesa del pueblo... pues vendrán los chinos, los yanquis i el sum-sum corda y nos comerán la tostada.

    Veo que al final me queda un tono ligeramente amargo y me falta claridad en el discurso.... pues como diría el sabio galego 'eche o que hai'... :-P

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  2. Qué casualidad!!!

    http://es.finance.yahoo.com/noticias/once-de-las-20-mujeres-ms-ricas-del-mundo-son-chinas-segn-la-lista-hurun-efenews-22a2f035f759.html?x=0

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  3. Las tres primeras chinas y la cuarta galega.... o mundo ao revés :-)

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  4. Amigo Pantxeta:
    Rebotando entre los libros he aterrizado en tu blog.
    Estupendo escrito, rematado con el librito de Lu Wenfu.
    China es un inmenso, casi infinito, almacén de maravillas gastronómicas por descubrir.
    Un saludo,
    Sebastián Damunt

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