jueves, enero 16

En esa cena yo era Judas

Realmente el mundo es muy injusto, una ofensa al verdadero gusto. Nadie me entiende. Hoy estoy estresado. Demasiada faena.

La ley de Manolo no la entiendo: -¡Marcelo! Lo que tardas en pedilo: ¡hacelo!-. Pues ya lo siento chicos, que no, que no lo pillo. Pero no creas que me importa, ni una miaja, pa’ qué!

No entiendo porqué tengo que trabajar las mismas horas que mis empleados, por algo soy el jefe. ellos son los culpables de mi deleitación. Llego tarde y me voy pronto porque yo lo valgo. Pero sobretodo haré siempre más vacaciones que nadie, cobraré más y mejor. Y si un día, dos, tres o los que me venga en gana no quiero ir a trabajar pues no voy y ya está, para eso disfruto de una gustosa preferencia o lo que es lo mismo, soy el puto amo. 

No entiendo porqué debo llevar un uniforme de trabajo y que sea exclusivo para trabajar, con lo cómodo que es venir así desde casa. No entiendo porqué debo quitarme mis alhajas para manipular alimentos. ¿Acaso debo peinarme?

Eso de tapar las cosas que se guardan en la nevera y etiquetarlas se le ha ocurrido a ese inútil solo para fastidiarme la existencia. First in, first out, ¿eso qué es? No sirve para nada, menuda chorrada. Y fumar? Pues como ahora y no se por qué, no me dejan fumar en la cocina, lo hago en la puerta y aplasto ahí mismo la colillas, que se jodan, canallas.

No saludo porque no me da la gana, ni doy las gracias porque no vale la pena. Gritar me encanta, me pone, lo necesito. Ordeno, mando y jamás pido perdón.

Si voy al baño no me aseo antes de salir porque me parece una chorrada y una pérdida de tiempo. Con las manos me limpio los morros y las narices porque es más cómodo y si, después, con esas mismas manos amasaré el pan que tú te comerás y aliñaré la ensalada del personal.
Los cubos de basura los han puesto ahí para que yo juegue al baloncesto y si no acierto ya vendrás a recogerlo tú. Aunque ni así me divierto. Leo más güasaps que comandas y hago menos pedidos que mensajes escribo.
Disfruto llamando a gritos a quien no veo, ya responderán o ya vendrán, es más divertido, ade esta manera me libero y requiere menos esfuerzo que ir en su busca. ¿Para qué voy a hacer algo yo si puedes hacerlo tú por mí? Que sí, que arrastro los pies al caminar. ¿Qué hay de malo en ello?

Pero sobretodo no entiendo porqué debo ayudar a los demás si son ellos los que trabajan para mí. Menudo atajo de inútiles, no entienden nada. ¡Panda de vagos!

En serio, no tengo ganas de complicarme, ni de aprender cosas nuevas. No necesito mejorar, llevo muchos años trabajando en esto y tú no eres nadie para darme lecciones.

Pero tengo una cosa segura, esto se va a la mierda y es por vuestra culpa, todo es por vuestra culpa, aburridos cabrones!

Soy un tsunami maravillosamente único e irrepetible, profundamente auténtico. No existe ni existirá una versión corregida, mejorada, aumentada o revisada. Conmigo rompieron el molde oiga.

Esto es no ficción aunque cualquier parecido con tu realidad es pura coincidencia, fijo.

Diario de un incompetente, un día cualquiera. Tengo fotos.

4 comentarios:

  1. Empezaba a echar de menos esa acidez suya con las cosas de diario. Acidez que me alegra ver en las teclas que no en su estómago.
    Esas fotos de las que habla ¿están a la venta? ¿a subasta? ¿a lo Bárcenas?
    Si escribe usted este artículo en inglés, seguro que el Boudain lo leería con fruición...

    A todo esto, le llegará a usted en breve un paquete de estos parajes... quizás le sirva alguna de las golosinas para algo maquiavélico... y si no, arte visoria directo a la yugular.

    ME SE cuide.

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  2. 1.- Me está usté dando miedo.

    2.- Lo de llevar la ropa de currar desde casa, no sé. Pero que a la tele la llevan, fijo.

    Abrazo gordo, pero gordo gordo

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    Respuestas
    1. 1. Me estoy soltando, ya ve usté!
      2. Lo de gordo va por mí? Mire que me desquicio

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