Genio el que es capaz de reunir tanta enseñanza y divulgación en sus libros. Aquellos enciclopédicos "La ética del gusto" y "El gusto de la diversidad". El que cada semana nos hizo abrir el suplemento dominical por atrás, que luego se reunieron en "Palabra de cocinero". El que firmó un olvidado pero imprescindible "El restaurante". El que levantó ampollas, rasgó vestiduras y llenó bocas con dimes y diretes, a nadie deja indiferente la lectura de "La cocina al desnudo".
Figura el que ostenta estrellas, ocupa espacios mediáticos y regenta seis restaurantes en varios países. Y todavía tiene cinco minutos para platicar con Gastromimix tras una conferencia sobre el bacalao o tras una subasta de pescado en la Lonja de Blanes.
En todas las casas cuecen habas. Muchos lo alabarán ahora cuando no hace tanto afilaban sus lenguas y mojaban de cicuta sus colmillos para ir a la yugular del catalán. Ni todos los grandes chefs son tan buenos, ni tan malos como las correspondientes partes contrarias quieren pintar. Yo me quedo con sus libros y con su bonachona cercanía cuando se apasionaba hablando del producto y del terruño. ¿No andan ahora todos corriendo con el mandil levantado para volver a los recetarios tradicionales?
Avisaba el pasado domingo de que un cerdo japonés anda llamando a las puertas de la península. Qué truculenta coincidencia que al querido Montalbán también se le paró el corazón en tierras orientales. Cierro con su melancólica frase dominical del "Llibre de tres":
"Tres coses són bones e foren de gran preu si no se'n trobassen sinó en les Índies: ays, cols e moltó"
"Tres cosas son buenas y serían de gran valor si no se encontrasen más que en las Indias: los ajos, las coles y el cordero".
Más allá del cocinero había una gran persona y me faltan las palabras, palabras que no se de dónde sacar para describir el vacío que siento. Ya no vendrás a vernos como decías pero siempre estarás entre nosotros y detrás de cada arròs de peus que prepare. Dejaremos las conversaciones para la intimidad, entre fogones o almohadones. Santamaria de cerca es pasión en estado puro. Afortunados de haber compartido mesa y mantel, afortunados de disfrutar de tus creaciones, de tus palabras y tus letras. Gracias por ser tan cercano, por estar siempre tan cerca, por clarividente, digno y diligente.
"La cuina té la gracia, la bellesa i la coherencia de arrelar-se al pais"
Hasta siempre Maestro. Gracias Maestro.